domingo, 23 de febrero de 2014

Broken

Le dolía la mano. El cardenal en la muñeca le recordaría cómo había intentado parar la puerta del coche antes de que ella diera un portazo que rompió lo que le quedaba de corazón. La vió caminar calle abajo, lenta pero decidida. Él no intentó detenerla. Arrancó el coche y se alejó, intentando huir de lo que fue su vida, pero no pudo evitar mirar atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario